Sueño cada día con el Fútbol

Hugo Paz

“Sueño cada día con el Fútbol”

 

Hugo Paz Cruz (El Puerto de Santa María, Cádiz, 12 de agosto de 1992) es un hombre feliz. O al menos lo aparenta. Cuenta con más de 400.000 seguidores en Instagram, por lo que roza el estatus de influencer, ese tipo de personas que sabe que con solo subir una ‘storie’ o un breve texto tendrá un puñado de interacciones de todo tipo. Es lo que tiene la fama. Es lo que tiene haber sido elegido por Mediaset para participar en varios de sus reallities y codearse con lo más granado de ese sector.

Sin embargo, Hugo habla con nosotros quitándose el envoltorio. Apartando la careta de estrella de la televisión y convirtiéndose en el hermano de Abraham Paz, mítico central del Cádiz CF de la última década, de Chiqui (también central, ex Conil CF, San Fernando CD y Racing Portuense), de Marta, jugadora del Cádiz femenino y sobrino de Francis Paz, que presume de pasado en la retaguardia amarilla.

Es lógico intuir que a Hugo, que se crió con un balón en los pies, le apasiona el fútbol. No es de extrañar por tanto, que Antonio Fernández explique que lo conoce “casi desde que nació”. Y es que nuestro protagonista era un asiduo a los entrenamientos de Abraham en la Ciudad Deportiva Bahía de Cádiz cuando sus obligaciones estudiantiles se lo permitían. “Mi padre me llevaba a ver a mi hermano entrenar y ya por aquel entonces veía a Antonio trabajar por allí y acercarse a saludar”.

Fernández es, por tanto, “un gran amigo de la familia, ya que conoció a Abraham cuando apenas era un joven cadete y también entrenó en el Rota a mi tío”.

Llevamos apenas cinco minutos de conversación y Hugo está suelto, cómodo, ahondando en el baúl de sus recuerdos futbolísticos.

“Mi ilusión era ser futbolista. Con seis años empecé a jugar en el SAFA San Luis y entraba en el vestuario del Cádiz CF de la mano de mi hermano. Iba a Carranza a ver los partidos y llegué a ver a Abraham marcando a Ronaldo en aquella primera jornada de la 2005-06. ¡Imáginate!”.

La conversación es vía telefónica, pero Hugo hace patente por su voz la alegría que siente al recordar aquellos momentos. “Yo tenía como referente a mi hermano porque también jugaba como defensa central o pivote defensivo. Abraham me decía que tenía buenas cualidades y una aseada salida de balón”.

Con todo, aprovechando el fichaje de su hermano por el Hércules CF, a Hugo le llegó una ilusionante propuesta: “Con 16 años me ofrecen hacer la pretemporada en Alicante y no me lo pensé; me quedé en el Juvenil B de los herculanos durante cuatro o cinco meses”, explica.

Sin embargo, “no estuve fuerte mentalmente y me volví para firmar en el División de Honor del Xerez Deportivo”. Con los azulinos también vivió momentos muy bonitos en una categoría romántica e ilusionante: “Jugábamos contra los grandes equipos de Andalucía y me ascendieron al Xerez B”. Eran tiempos de bonanza en el equipo xerecista militaba por entonces en Segunda División y contaba con jugadores de gran categoría como Antoñito, Mendoza y José Mari entre otros, así que Hugo no podía ser más feliz.

Hacía lo que le gustaba con la esperanza de emular a su hermano. De ser un profesional del balompié. De cumplir su sueño. Hasta que en su segunda temporada en el filial, en un derbi con el Jerez Industrial, su rodilla dijo basta. Crack. Se acabó. El fútbol echó cruelmente la persiana para él.

La temida triada hizo trizas su rodilla y ni el afamado Doctor Cugat pudo recuperársela. “Cuando me creía casi recuperado me partí el menisco, así que decidí cambiar de vida”, rememora.

Hugo estaba destrozado psicológicamente. Se dedicó a los estudios y a machacarse con rabia en el gimnasio. Cuando se quiso dar cuenta, “pegué el estirón” y unos amigos le animaron a probar suerte en la tele. “¡Se llevaron un año insistiendo para que me presentara al casting de Mujeres y Hombres y Viceversa”.

Cuando Mediaset le reclutó, Hugo cambió el chip. Comenzó a visitar platós de televisión, a participar en reallities de máxima audiencia (Supervivientes) y a alcanzar la fama en España. Sin embargo, él siempre lo tuvo claro: “Te prometo que a diario, también en esa época, pensaba en el fútbol; me he visto muchas veces jugando un partido en mitad de un sueño y tengo pesadillas con aquella lesión”.

Por eso, deja claro una idea: “Posiblemente puede haber gente que me envidie por lo material, por mi situación. Lo que no saben es que yo les envidio a ellos simplemente porque pueden jugar un partido de fútbol con sus amigos, algo que yo soy incapaz de hacer”.

Amante del deporte como es, no pudo dejar escapar la posibilidad de crear un negocio relacionado con el sector: “Decidí abrir un negocio de suplementación, Energyum Sports, con el dinero que tenía ahorrado y no empecé nada mal. Además, cuando Abraham se retira y vuelve de Israel, me ofrece la posibilidad de asociarse conmigo, algo que yo acepté encantado”.

Ese es ahora el día a día de un chaval de 27 años que fue estrella de la televisión. Preparar pedidos online de su tienda y seguir formándose: “Estoy estudiando cursos de personal trainnng y nutrición avanzada”, comenta satisfecho.

Además, Hugo, que se declara un enamorado de los sistemas y la táctica en el fútbol, cuenta que “Antonio Fernández es una persona muy especial, un ‘máquina’ , para que nos entendamos. No para y estoy deseando quedar con él para charlar y ponernos al día”.

Y es que confiesa que “tanto Antonio como su familia siempre están atentos por si te pueden ayudar en lo que necesites y eso es algo por lo que les estoy muy agradecido y me quito el sombrero ante ellos”.

Así es Hugo Paz, un chico que quiso ser futbolista, que se encontró con la fama televisiva y que ahora es un humilde empresario que no descarta sentarse en los banquillos: “¡Ojalá! Nunca lo había pensado, pero seguro que con la ayuda de mi hermano, que ya está cerca de tener el título, y de Antonio no sería mal entrenador (risas)”.

Quién sabe si algún día el nombre de Hugo Paz vuelve a aparecer en la pequeña pantalla. Pero esta vez en la sección de Deportes, esa en la que veía los triunfos del Cádiz de Abraham, esa que siempre fue su sueño…

JM Gallardo

Hugo Paz y Antonio Fernández en El Puerto de Santa María

 

 

One Comment

  1. José María Prados Blanco

    Hugo, ha tenido mucha constancia, paciencia y fuerza, para superar todas las dificultades(lesiones). Me alegro y le deseo que te vaya muy bien en esta nueva vida empresarial que acaba de iniciar. Déjate guiar por Antonio Fernández. Saludos.

Responder a José María Prados Blanco

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