Llegaré más tarde pero llegaré más lejos

Dani Caverzaschi

“Llegaré más tarde pero llegaré más lejos”

 

A veces, el temor del ser humano es peor que la propia realidad. Probablemente, cuando los padres de Daniel Caverzaschi (Madrid, 11 de julio de 1993) vieron al pequeño fruto de su amor por primera vez se sorprendieron. Y se temieron lo peor. Su hijo había nacido sin pierna derecha y con malformaciones en la izquierda. Una losa que, para una familia sin antecedentes y poco acostumbrada a estas circunstancias, pesó demasiado. Tanto que los padres de Dani temieron. Temieron que su hijo no tuviera una vida feliz. Una vida completa.

Se equivocaron. O mejor dicho, aun no conocían la pasta de la que estaba hecho ese pequeño. Hoy, 26 años después de aquella jornada veraniega en Barcelona, Daniel Caverzaschi no cambiaría su vida por una pierna. Le apodan el ‘Rafa Nadal en silla de ruedas’, aunque, realmente, sus logros merecen que se le conozca por sí mismo. Actualmente, el catalán es el segundo mejor tenista adaptado a nivel nacional y ha estado entre los mejores del mundo, privilegio que le ofreció la posibilidad de participar en los Juegos Paralímpicos de Londres y de Río.

La personalidad de Dani queda patente en algo tan definitorio como su estado de WhatsApp: “Llegaré más tarde pero llegaré más lejos”: “Hay gente que no entiende que la tenga, pero a mí, personalmente, me gusta; creo que define a la perfección mi constancia y fuerza de voluntad”. Y es que su físico no es para él ni mucho menos un problema.

“Fíjate, conocí a Antonio Fernández cuando yo era un pipiolo. Me entrevistó Deportes Cuatro y me preguntaron si consideraba un problema mi condición física. Yo no lo dudé. Contesté que un problema, en la época de crisis en la que estábamos, era no tener trabajo”, recuerda con una sonrisa. Ese arrojo, esa valentía para lanzar un titular de ese calibre, llamaron la atención de un Fernández que contactó con él para conocerle personalmente. Hablamos de unos 10 años atrás. Desde entonces…

Dani, aficionado a todo tipo de deporte tal y como él afirma, tuvo la visita de Antonio en un torneo en Buenos Aires: “Fue muy especial porque gané esa competición y él me invitó a La Bombonera a ver un Boca Juniors – Lanús, ¡una experiencia inolvidable!”, exclama.

Además, destaca de Antonio su sensibilidad especial para tratar y conectar con los deportistas y las personas. “Comparamos bastante el fútbol y el tenis y coincidimos en que son deportes ‘mágicos’ y que te permiten a base de fortaleza mental, voltear un partido”. Le encanta el juego de la raqueta y se nota: “Probé también el esquí y no se me daba nada mal, pero me disgustaba que fuera una disciplina en la que un error te condicionara toda la prueba”.

Habla con pausa, sosegado, algo difícil en su día a día. Y es que se considera un chico “enérgico y adicto al trabajo”. Incide en este apartado: “Mi pareja me comenta que deje de ver partidos de tenis y de otras disciplinas, pero no puedo evitarlo, porque creo que la clave es disfrutar de tu labor, que al final es también tu pasión”.

Y a pesar de todo, tiene claro que “soy un afortunado”. E insiste en que “cuando me hablan del tema de la pierna le quito hierro al asunto; porque tengo claro que esta supuesta desventaja me ha servido para mejorar en otras parcelas de mi vida”.

En este sentido, y aunque hace gala durante toda la charla de una importante humildad, Dani se enorgullece de haber servido de ejemplo a mucha gente: “Hay personas que me comentan que gracias a mi experiencia le han demostrado a sus familiares que ser una persona de movilidad reducida no te hace un inútil. Yo no he sufrido más allá de algún que otro descalificativo durante mi infancia y mis allegados se amoldaron bien a la situación, pero hay otros entornos que son más complicados y me enorgullece ser un modelo para ellos”.

Un modelo que, dicho sea de paso, recuerda con gran cariño su paso por los Juegos Paralímpicos de Londres y Río de Janeiro: “Todo es diferente. El tenis es un no parar durante todo el año, pero los Juegos tienen un aura especial, el ambiente y competir por y para tu país no es algo que puedas hacer todos los días. Además las dos villas olímpicas de las que he disfrutado han sido magníficas, son ciudades, con su McDonalds y todo (risas) con una atmósfera deportiva tremenda”.

Viajero y soñador, el confinamiento le ha parado de mover sus maletas por el mundo, si bien “me ha servido para disfrutar de un tiempo extra para realizar másamás con patrocinadores y para enfrascarme en nuevos proyectos que tengo en mente”.

La guinda a su charla antes de que le aborde Radio Marca, además de mostrar su admiración por Shingo Kunieda uno de los mejores tenistas adaptados de todos los tiempos, fue la respuesta a si vale la pierna (eslogan que lleva por bandera) todo lo que ha vivido y está viviendo.

La respuesta fue rotundamente afirmativa: “Prefiero disfrutar así haciendo lo que me gusta que no ser un trabajador como cualquier otro y sin alicientes en mi día a día”. Y, como dice su estado de WhatsApp, Dani Caverzaschi llegará más tarde, pero, sin temor, lo hará más lejos. No lo olviden.

JM Gallardo

 

Dani Caverzaschi
Dani Caverzaschi

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