Hasta siempre, confinamiento

“Hasta siempre, confinamiento”

 

El confinamiento, ese periodo de tiempo en el que España, Europa y el mundo occidental se vieron obligados a frenar en seco para impedir el avance de un bicho que campaba a sus anchas, ha dado para mucho. Estaba claro que, para evitar caer en una depresión de grandes dimensiones, todo el mundo se decantó por buscar estímulos. Los deportistas arrasaron con las existencias del Decathlon, las familias más temerosas hicieron lo propio con las reservas de papel higiénico de los hipermercados y los artistas crearon siendo conscientes de que el tiempo se había detenido.

A este humilde periodista que les relata, Antonio Fernández le propuso algo novedoso. Fresco. Diferente. Sacarle jugo a esa agenda que vale oro para hablar en tono desenfadado con protagonistas de diferentes ámbitos. Era una mañana lluviosa de finales de marzo y el reto era irrechazable.

Más si cabe teniendo en cuenta la acogida de los entrevistados. Abiertos de par en par, cualquier juntaletras hubiera sacado petróleo y hubiera aprendido como yo durante estos dos meses de experiencias mágicas, de conversaciones profundas y de historias de vida exitosas. Desde el artista David DeMaría hasta el tenista Daniel Caverzaschi, pasando por el icónico presentador de Canal Sur Felipe Delgadillo, el poeta de los fogones JuanLu Fernández o el ‘Champion’ Juan Mesa, conocido en Ibiza y en el mundo como Labi. Horas de conversación, de risas, de emociones a flor de piel que he intentado plasmar en cada texto que escribía a las tantas de la noche de los jueves para divertir a ese insomnio que me ha perseguido durante el estado de alarma.

No podría quedarme con ninguna charla. Simplemente puedo decir que presumiré de haber intercambiado impresiones con gente que, a pesar de su condición, hacían gala de una sencillez que facilitaba el trabajo. Y de qué manera.

Desconozco si es fruto de la casualidad o verdaderamente todo forma parte de un ‘plan’ para ensalzar la figura de Antonio Fernández. Siempre se ha dicho que en el fútbol no puedes fiarte de nadie. Que en cualquier momento la persona que te está sonriendo y piropeando te va a dar la puñalada por la espalda. Que es un deporte desagradecido y que, a pesar de ser probablemente uno de los mayores entretenimientos de masas habidos y por haber, lo ensucian a menudo sus actores principales. Antonio no es así.

Y no lo digo yo, lo dicen los protagonistas. Sus amigos. Su gente de confianza. Sin estar en contacto entre ellos, siempre llegaban a la misma conclusión. “Es un tío sencillo, humilde y trabajador”. Tan fácil de decir. Tan difícil de encontrar.

Hace una década, un adolescente de 15 años, al igual que los casi 50 millones de españoles, eran incapaces de prever que el mayor sueño futbolístico de sus vidas se iba a cumplir en Johannesburgo. Diez años más tarde, uno de los integrantes del histórico cuerpo técnico comandado por Vicente Del Bosque, el descubridor de Isco Alarcón, Dani Alves y un sinfín de talentos, me dio la oportunidad de conocer.

Conocer es el tesoro de cualquier periodista. Y yo he conocido, en estos tres meses de parón a David DeMaría, a Hugo Paz, a Canco Rodríguez, a Raúl Vidal ‘El Balilla’, a Juan Lu Fernández, al Labi Champion, a Sergio Alcover, a Mikel Iglesias, a Felipe Delgadillo, a Riki Rivera y a Dani Caverzaschi.

Todo ello antes de que el mundo iniciara la desescalada y alcanzara la nueva normalidad. Antes de que volviéramos a madrugar, a retomar el ritmo de trabajo frenético y a que el balón, instrumento indispensable en la vida de Antonio Fernández y de tantos miles de personas, volviera a rodar.

No todo es fútbol. Ahora toca cederle el protagonismo, además de a la pelota, a la música, a los fogones, al cine a la televisión y al arte en general. Con alegría. Porque fue mal, pero pudo ser peor. Y en momentos difíciles, todos los viernes intentamos sacarte una sonrisa con estas líneas. Esperamos haberlo conseguido.

JM Gallardo

PD: Volveremos.

 

 

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